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Arquitectos: Martin Gaufryau, Quentin Barthe, Tom Patenotte
- Área: 9 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Vincent Pelletier-Wassmer
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Festival de las cabañas es un concurso internacional, organizado desde 2016, en la zona Sources du Lac d’Annecy, y durante dos años en Saint Germain de Laval, en el Pays de la Loire. Consiste en el diseño de pequeñas cabañas en espacios impuestos con el resultado de su autoconstrucción para los ganadores. Estas instalaciones efímeras cuestionan la relación que tenemos con nuestros paisajes y nuestro entorno.
Our project, which won the competition, was allotted site number 15, nestled on the banks of the river Aix at the foot of the small medieval town of St. Germain Laval.
Nuestro proyecto es ganador de este concurso en el espacio número 15 enclavado al pie de la pequeña ciudad medieval de Saint-Germain-Laval a orillas del Aix. Los elementos naturales contrastan con el pueblo y crean un ambiente privilegiado. El sitio ofrece un entorno apacible , acompañado del arrullo del río y del canto de los pájaros. Al levantar la cabeza, puedes ver la copa de los árboles animando el cielo. Estos tres fuertes elementos del paisaje, el río, el bosque y el cielo, delimitan el área de intervención y se convertirán en componentes del proyecto.
Según Isozaki Arata, en Japón, las nociones de tiempo y espacio se unen en un solo concepto traducido por la palabra “MA”: el intervalo que existe naturalmente entre dos objetos o entre dos acciones (objetos colocados uno detrás del otro, acciones que se desarrollan una tras otra). También podría entenderse como : vacío y apertura entre dos elementos, por ejemplo la idea de ausencia que opone el espacio en un biombo al espacio incluido en la habitación.
Deseamos crear una experiencia para el visitante, ir más allá de las simples funciones de cobijo o contemplación. Proponemos ofrecer otra relación con el cielo y cuestionarnos sobre la intimidad y la naturaleza.
Invertimos lo sólido y lo vacío. La opacidad de las paredes reemplazada por un velo de tela crea el efecto opalino de los paneles de papel de arroz japonés. Los colores, las formas se difuminan y crean una imagen abstracta del exterior de la cabaña, como una acuarela. Percibimos el exterior y lo sentimos por la vibración del viento en las paredes.
La cabaña se difumina entre los árboles , ubicada frente al río y preservando el paseo a orillas del Aix. Se alza hacia el cielo acompañando la verticalidad del bosque. Su estructura minimalista le permite mezclarse con el paisaje sin agregar ningún material superfluo. El volumen se une a los elementos fuertes del sitio. Se abre en la parte inferior ,cara al río y también en la parte superior sobre el cielo dejando ver la copa de los árboles. Lo primero que llama la atención es la rigurosa estructura de madera , dejando ver diferentes telas que adornan la pared interior de la cabaña. El marco dibuja el volumen y la tela lo pone en escena.
Sobre los muros velados aparece una proyección cambiante de la realidad: una experiencia conmovedora que cuestiona nuestra relación directa con el exterior, y la utilidad de los muros que hemos levantado entre nosotros y lo demás.
